RESUMO
Existe una evidente interrelación entre el sistema endócrino y el sistema inmunológico. Un ejemplo de esto es el efecto que las hormonas sexuales ejercen sobre las distintas poblaciones de leucocitos (linfocitos T y B, Células NK, granulocitos y macrófagos), así como sobre la producción y liberación de citoquinas y proteínas inmunoreguladoras. Tanto en las mujeres como en las hembras de otras especies, los estrógenos y la progesterona harían que primase una respuesta inmune humoral, lo cual resultaría beneficioso para la gestación, pero al mismo tiempo favorecería la aparición de ciertas enfermedades autoinmunes. Contrariamente, la testoterona haría que en los machos predominase la respuesta inmune celular. El siguiente trabajo es una revisión de distintos estudios referentes a la acción que las hormonas sexuales esteroideas ejercen sobre distintos componentes del sistema inmunológico.